
por Luis Camilo Moreno
Mucho más antes que oficialmente se levante el telón para los que quieren ganar tiempo de cara a las elecciones de 2025, algunos precandidatos que apresuraban su estrategia para visibilizarse, vieron cómo se desmoronó a pedazos su llamado “bloque de unidad” debido a su lucha de “egos”, sus ambiciones personales y su creencia de que son presidenciables.
La historia es quien define a sus actores y los que quedarán en la memoria de los pueblos, por eso nos confirma que el bloque anti MAS, los políticos fracasados del siglo XX (Tuto Quiroga, Doria Medina, Carlos Mesa y otros) en miras a las próximas elecciones, siguen su lógica de asaltar el poder para continuar su modelo neoliberal.
¿Pero alguien pudo creer que era posible unir a quienes venían haciendo campaña durante más de 14 años en el que el MAS gobernó el país, y se encontró con los mismos rostros del pasado?
Rostros como Samuel Doria Medina, Jorge Tuto Quiroga, Branko Marinkovic, Carlos Böhrt y otros no tan nuevos y el pueblo ya los identificó como vendepatrias, discriminadores, oportunistas y golpistas. Solo el empresario Marcelo Claure fogoneó la unidad de la derecha.
La memoria histórica es clave en estos momentos donde se retratan a personajes del pasado, por ejemplo, Samuel Doria Medina fue ministro de Planificación del gobierno de Jaime Paz Zamora, y es tristemente recordado como el autor de la enajenación de las empresas estatales porque en su gestión se privatizaron 43 empresas.
Un informe de una comisión mixta de investigación al proceso de privatización de empresas del Estado llegó a la conclusión de que compró la cementera El Puente de Tarija en menos de 15 millones de dólares, cuando el valor de la empresa era de 48 millones de dólares.
Samuel Doria Medina que ya se considera el candidato del bloque de unidad, venía flanqueado de legisladores de Comunidad Ciudadana, de Carlos Mesa, Requena, Barrientos y otros, no podrá ocultar que quien le ayudó a conseguir esa candidatura fue el propio Carlos Mesa a quien se atreve en señalar que ese fue el héroe de la “guerra del gas” por haber “sacado” a Gonzalo Sánchez de Lozada.
Samuel Doria Medina hace gala de su pobre popularidad porque hace un par de años no fue proclamado como candidato por los Demócratas, y ahora busca salir de su mal momento y se apoya en Carlos Mesa, con quien manejó el proceso privatizador de una empresa por semana en 1990.
El empresario eterno candidato presidencial para algunos, al ver que su destino no tenía salida por sus constantes fracasos, sale a la palestra para no verse huérfano de la política y no acabar como los otros que ya sucumbieron, el MSM, el propio MIR, ADN y otros.
Por su lado, Jorge Tuto Quiroga fue acusado de vender dos refinerías a la brasileña Petrobras por un monto de 102 millones de dólares. Esas dos refinerías generaron alrededor de 144 millones de dólares por comercialización de combustibles entre 2000 y 2007 a favor de Petrobras, y sólo 15 millones de dólares para Bolivia.
Marinkovic, quien fue ministro de la expresidenta de facto de Jeanine Áñez, se apropió de 33 mil hectáreas de tierra, 21 mil hectáreas en Tierras Bajas del Norte y 12 mil hectáreas en Laguna Corazón (Santa Cruz), incurriendo en tráfico de influencias. Además, benefició a 46 empresarios (42 en Santa Cruz y 4 en Beni) con el saneamiento irregular de 272 mil hectáreas.
Una de sus primeras tareas, sin duda, será desmontar el Estado Plurinacional y volver a la República para gobernar para la élite empresarial y política; despedir a funcionarios públicos, privatizar las empresas estatales, liberalizar el trabajo, acudir al Fondo Monetario Internacional para lograr préstamos y poner de rodillas al pueblo.
Mientras se dan esos escenarios de terror y ante el inevitable paso de la «guerra fría» a la «guerra caliente» que vive el MAS, en sus dos facciones, una de ellas, el ala radical que en el pasado tuvo pactos con empresarios de la oligarquía cruceña, muy ligados a la derecha que impulsó procesos de capitalización y privatización, con claro tinte neoliberal, sucumbirá tan igual o peor que los que se proponen ahora como “nuevos” candidatos, cuando el pueblo ya los conoce y sabe que no volverá a equivocarse.
*Luis Camilo Romero es comunicador boliviano para América Latina y el Caribe