
Hoy, a cuatro años del Estallido Social más grande en la historia de Colombia, el Congreso de los Pueblos alza su voz para honrar la memoria viva y vigente del levantamiento popular que marcó un antes y un después en la lucha por la dignidad. Lo hacemos con el corazón en la mano, recordando las calles que siguen ardiendo por justicia, las manos que siguen tejiendo esperanza y propuesta, y los cuerpos que siguen resistiendo y luchando contra la violencia de un Estado al servicio de los poderosos.
El Paro Nacional de 2021 fue la expresión más álgida de la lucha de clases y la síntesis del acumulado de lucha de los últimos 20 años: un pueblo pobre, joven y diverso, indígena, negro, trabajador, de mujeres y población LGBTIQ+, enfrentando a los ricos y a sus herramientas de opresión; fue la expresión colombiana del despertar latino ante la explotación capitalista. Lo que se convocó como un paro contra la reforma tributaria de Carrasquilla, el paquetazo neoliberal, el bombardeo de niños en el Caquetá, el Uribismo, el asesinato de líderes y lideresas sociales y la brutalidad policial, se convirtió rápidamente en una fuerza colectiva contra la derecha, el neoliberalismo y un modelo de muerte y exclusión, en el grito de un pueblo decidido a cambiarlo todo bajo el lema «A parar para avanzar».
Desde nuestra memoria viva, como expresión de pasado y presente activo, hoy destacamos:
– La fuerza de la juventud y las mujeres en las calles, junto a los ejercicios de democracia directa manifestados en las miles de asambleas populares para la organización territorial y sectorial, donde se construyen propuestas colectivas.
– La resistencia callejera y popular frente a la brutalidad policial y la estrategia paramilitar del ESMAD, las instituciones de la fuerza pública y los mal llamados «gente de bien».
– La labor incansable de defensores de Derechos Humanos, así como el papel crucial de la comunicación popular y alternativa, que confronta los discursos hegemónicos de los medios masivos.
– Las redes solidarias de supervivencia, como las ollas comunitarias, que sostienen diariamente la lucha; y las brigadas de salud que atienden a las víctimas de la violencia estatal.
– La organización del pueblo en muchas primeras líneas, integradas por maestros, madres y otros sectores que se suman a la resistencia.
– El tejido social que se reconstruye en calles, barrios y comunas, junto a los puntos de resistencia convertidos en embriones de Poder Popular.
– Las expresiones culturales y artísticas que nutren el espíritu de lucha y resignifican la esperanza por un futuro mejor.
– Los esfuerzos de unidad y organización en torno al Comité Nacional de Paro y el pliego de 13 ejes y 104 puntos, y la Asamblea Nacional Popular que se concibió como una expresión nacional de poder popular, para consolidar un poder transformador, plasmado en la movilización del pensamiento, la acción y la propuesta.
Estas, como muchas otras, son las expresiones de un pueblo organizado y decidido a cambiar todo lo que deba ser cambiado.
Hablamos en presente de esas construcciones populares y también de las deudas políticas y sociales que quien hoy gobierna tiene pendientes, al haberlas asumido como bandera y compromiso, y que aún son parte de lo que sigue y seguirá movilizando al pueblo colombiano:
– Libertad inmediata para los jóvenes judicializados por protestar.
– Detener el asesinato de líderes y lideresas sociales.
– Desmonte real del ESMAD (ahora UNDMO) y una reforma policial verdadera.
– Desmonte de la doctrina de seguridad nacional y el paramilitarismo.
– Ruptura con el neoliberalismo y desmercantilización de los derechos sociales; así como avanzar en la reforma urbana, la reforma agraria integral y popular, entre otras pendientes.
Por último, hacemos énfasis en la necesidad de verdad, justicia y reparación para las víctimas del terror de Estado durante el estallido 2019-2021. Al presidente Gustavo Petro, le exigimos que responda positivamente a la exigencia de cumplimiento que le hicieron las organizaciones, familiares y organizaciones acompañantes de las víctimas del Estallido Social 2019-2021, sobre la creación de la Comisión de la Verdad sobre los hechos victimizantes contra el pueblo en el marco del Estallido Social.
Sin verdad ni justicia, no hay paz real.
Congreso de los Pueblos
Propuesta de País para la Vida Digna