
Desde Contracabol denuncian que el frigorífero BFC mantuvo la exportación de carne, pese al veto impuesto por el Gobierno.
Luego de que la Confederación Nacional de Trabajadores en Carne de Bolivia (Contracabol) denunciara que el frigorífico BFC todavía exporta carne de res, pese al veto a las ventas externas, el Gobierno reconoció que se identificaron irregularidades en una empresa.
“Hemos identificado que hay irregularidades en la exportación. Hay una empresa que estamos haciendo seguimiento; se ha demostrado, estamos viendo en el seguimiento e inspecciones que estamos desarrollando a toda la cadena de exportación (…), estamos a punto de descubrir algunas cosas que se han hecho”, indicó el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores.
El lunes, Contracabol denunció que BFC exportó más de 7.000 toneladas de carne de res, pese a que el Gobierno prohibió las exportaciones el pasado 5 de febrero.
Carne
Isidro Rocabado, representante de los carniceros, explicó que la empresa podía exportar aproximadamente 2.000 toneladas del excedente del año pasado, pero que las otras 5.000 toneladas de carne son irregulares y alguien tuvo que haberlas autorizado.
Al respecto, Flores evitó mencionar el nombre de BFC y evadió preguntas sobre mayores detalles, pero señaló que el Gobierno se encuentra realizando todos los esfuerzos para frenar el contrabando de carne y de ganado.
Indicó que ahora se trabaja con el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y con la Aduana Nacional para evitar cualquier actividad irregular.
“Hemos modernizado el control del sistema de guías que se tenía en el Senasag que era aún con documentos físicos, los cuales se sellaban en cada tranca, ahora son totalmente digitales. Incluso, en el reglamento de este nuevo trabajo de control de las guías está poner GPS a los camiones que hacen el traslado del ganado en pie y de la carne en frigoríferos”, destacó el ministro.
Una vez más, la autoridad reiteró que el veto a las exportaciones se mantendrá hasta que el precio de la carne de res para el consumidor final tenga una tendencia a la baja, lo cual, por el momento, no ocurre en los centros de abasto y mercados.