
por Jürgen Heisen / Malcom X
Malcolm X en Gaza: ¡Volveremos!
Jürgen Heiser
Hace poco más de cien años nació Malcolm X. Su vínculo con Gaza apenas ha sido reconocido hasta ahora.
El 19 de mayo de 2025, el musulmán afroamericano Malcolm X habría cumplido cien años. «Cien años de una vida y un legado que han entusiasmado, conmovido, motivado e inspirado a millones de personas en todo el mundo», escribió el Centro Shabazz de Nueva York[1] sobre las celebraciones y los programas educativos bajo el lema «Malcolm 100». El Centro Shabazz ya había conmemorado el 60 aniversario de su asesinato con un gran acto el 21 de febrero de 2025.
El fuerte movimiento pro Palestina en Estados Unidos ha reavivado el interés por la larga historia de solidaridad entre la América negra y Palestina. Los inicios de esta relación de política internacionalista suelen situarse históricamente en torno a la llamada Guerra de los Seis Días, a principios de junio de 1967. El Comité Coordinador Estudiantil No Violento y el Partido de las Panteras Negra expresaron por entonces las primeras muestras de su solidaridad con la población palestina expulsada de su patria.
La historia temprana de la alianza radical afroamericana-palestina sólo puede reconstruirse de forma fragmentada, pero ante el genocidio perpetrado por el gobierno de Benjamín Netanyahu, es hora de reconocer también este mérito de Malcolm X. Con su visita a la Franja de Gaza en 1964 y su posterior crítica política a la «lógica del sionismo», este pionero del panafricanismo antiimperialista contribuyó de forma significativa a la actual solidaridad con Palestina en Estados Unidos.
Tras su separación de la Nación del Islam estadounidense y su peregrinación a La Meca en abril de 1964, Malcolm X también se hizo llamar El-Hajj Malik el-Shabazz. Expresión del cambio fundamental en su visión del mundo fue la fundación en junio de la Organización para la Unidad Afroamericana (OAAU por sus siglas en inglés), inspirada en la Organización para la Unidad Africana (OUA) fundada el año anterior. La OAAU buscaba la cooperación con los países africanos que se estaban independizando. Sin embargo, a diferencia del movimiento por los derechos civiles representado por Martin Luther King Jr., la OAAU trasladaría la lucha por los derechos humanos en todo el mundo y, con ello, ampliar un asunto interno nacional a una relevancia internacional. Según Malcolm X, la opresión de la población negra en Estados Unidos desde la esclavitud debía plantearse ante la Asamblea General de las Naciones Unidas y sus comités. Puso sus esperanzas en el apoyo de las naciones de la Tricontinental que se habían liberado del colonialismo.
Intentos de asesinato
Tras la fundación de la OAAU, Malcolm X viajó a países africanos y a Oriente Medio durante cuatro meses. En julio de 1964, asistió como observador a la segunda conferencia de la OUA en El Cairo. Malcolm X vio en la «Declaración para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial», aprobada por la OUA el año anterior, una base para abordar en la conferencia la situación de la población negra en Estados Unidos. En un memorándum que distribuyó a los delegados, declaró en favor de la OAAU: «Nuestro problema no es un problema americano, sino un problema mundial, un problema de la humanidad». Esperaba «que nuestros hermanos africanos no se hayan liberado del colonialismo europeo sólo para ser sometidos y dominados por el dolarismo americano». «En interés de la paz mundial y la seguridad», pidió a la OUA que “fomentara una investigación inmediata de nuestro problema por parte de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas”[2].
Su llamamiento motivó a la OUA a adoptar una resolución en la que «reafirman su convicción de que las prácticas discriminatorias son motivo de gran preocupación para los Estados miembros de la OUA». Se instaba a Washington a «redoblar sus esfuerzos para garantizar la completa eliminación de todas las formas de discriminación por motivos de «raza», color u origen étnico».
Asustada, la embajada estadounidense en El Cairo hizo todo lo posible para impedir que Malcolm X siguiera participando en la conferencia. Sin embargo, el Gobierno egipcio y los responsables de la OUA no aceptaron la intromisión. Malcolm X siguió participando en las sesiones, y periódicos en lengua inglesa como el Egyptian Gazette, el Egyptian Mail y el Arab Observer publicaron artículos sobre él y le entrevistaron. Según informó el New York Times el 13 de agosto de 1964, en el Departamento de Estado y el Departamento de Justicia de EE. UU. crecía la preocupación por la campaña de Malcolm X. Washington decidió «que era hora de detener las actividades de Malcolm en el extranjero».[3]
El 23 de julio, Malcolm X se derrumbó «con fuertes dolores en el estómago» después de una comida en el hotel. En una clínica le hicieron un lavado de estómago de urgencia y le «salvaron la vida». El análisis del contenido del estómago reveló «una sustancia tóxica». Malcolm X estaba convencido de que «alguien había intentado envenenarlo».[4]
Después de recuperarse y de que los medios de comunicación le prestaran gran atención tanto a él como a su reunión con numerosos delegados de la OUA y a su discurso ante 800 estudiantes de la Universidad de Alejandría, el 6 de agosto tuvo que ser atendido de urgencia por segunda vez tras una comida debido a fuertes dolores abdominales. En su diario de viaje anotó que se encontraba «tan mal que pensé que realmente iba a morir».[5] Al final de su estancia en El Cairo, el 29 de agosto, comentó en una carta a la OAAU que su actividad allí era «peligrosa» porque representaba «una amenaza directa al sistema internacional de explotación racista» y «la discriminación en todas sus formas». Si lo mataban, escribió Malcolm X a la OAAU en Nueva York, «podéis estar seguros de que lo que he puesto en marcha nunca se detendrá».[6]
Visita a la Franja de Gaza
Tras el inicio de la segunda cumbre de la Liga Árabe en Alejandría, Egipto, en la que se dio la bienvenida oficial a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Malcolm X emprendió el 5 de septiembre de 1964 una visita de dos días a Palestina. Su destino era la Franja de Gaza, cuyo territorio estaba bajo administración egipcia desde 1948, por lo que cruzar la frontera fue relativamente sencillo.
Malcolm X también fue recibido en la Franja de Gaza con gran cordialidad y un respeto palpable. Según las notas de su diario de viaje, en un primer momento debía reunirse allí con el gobernador militar egipcio de los territorios palestinos. Sin embargo, este no pudo asistir debido a la cumbre de la Liga Árabe, por lo que fue su asistente, el coronel El-Mustafa Khabaga, quien recibió a Malcolm X. El oficial lo acompañó durante el primer día de su visita a la tierra de nadie en la frontera, a un hospital y al campo de refugiados cercano a Khan Junis. Allí vivían desde la Nakba (la catástrofe) de 1948 miles de desplazados que habían huido de la limpieza étnica de los territorios ocupados por Israel.
El sufrimiento y la miseria de cientos de miles de árabes en Palestina conmovió a Malcolm X y le llenó de profunda compasión. «Nuestro problema en Estados Unidos es un problema mundial», afirmó, y trazó paralelismos entre la lucha palestina y la de los negros en Estados Unidos.
Tras la visita y las conversaciones en el campo de Khan Junis, se produjo un encuentro sorprendente con el «poeta de la Nakba», Harun Hashim Rashid (1927-2020). «Se sentó allí y me contó sus numerosas experiencias y su huída cuando Israel invadió Gaza en 1956», escribió en sus notas de viaje. Malcolm X quedó profundamente conmovido por los relatos de Rashid sobre los dramáticos acontecimientos que tuvieron lugar durante la crisis de Suez en octubre de 1956, cuando las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) invadieron la Franja de Gaza junto a Francia y Gran Bretaña en la lucha por el canal de Suez y asesinaron a cientos de personas. Rashid escapó por los pelos de la «masacre de Khan Junis».
El poeta era originario del campo de refugiados de Al-Shati, situado en el norte de la Franja de Gaza, en el gobernorado (Gouvernement) de la ciudad de Gaza. El campo fue construido en 1948 para más de 20000 palestinos que habían sido expulsados por milicias sionistas de las ciudades de Jaffa, Lod y Beersheba, así como de los pueblos circundantes. A principios de 1948, en la Franja de Gaza vivían unas 80000 personas, y a finales de año eran tres veces más. Fueron alojados en ocho campos.
Las historias de Rashid conmovieron especialmente a Malcolm X, que se sintió muy identificado con su poema traducido al inglés titulado «We must return» (Debemos volver), por lo que lo anotó apresuradamente y de forma difícil de leer para otros en su diario de viaje. Sin embargo, no aparece en la versión del diario publicada en 2013.
El poema de Rashid
«No debería haber fronteras
Los obstáculos no pueden detenernos
Gritadlo, refugiados: ¡Volveremos!
Gritadlo desde las montañas: ¡Volveremos!
Gritadlo en el valle: ¡Volveremos![7]
Volveremos a nuestra juventud
Palestina nos llama a armarnos
Y estamos armados y lucharemos
¡Tenemos que volver!»
Rashid acompañó a Malcolm X durante toda su estancia. Junto con el coronel Khabaga, visitaron el edificio del Parlamento en la ciudad de Gaza, «donde dimos una rueda de prensa desde las 21 hasta las 23 horas», anotó Malcolm X. «Allí me colmaron de regalos, entre ellos un cuadro de la gran presa de Asuán (High Dam), que el coronel mandó descolgar de la pared de la sala plenaria para regalármelo». El motivo de este gesto era que la presa de Asuán, en construcción desde 1960 en el Nilo, se había convertido en un símbolo de la nacionalización del canal de Suez ordenada por el presidente Gamal Abdel Nasser. Esta medida formaba parte de una revolución social y política contra las fuerzas imperialistas. Nasser estaba convencido de que, mediante el control del canal de Suez y la utilización de los ingresos para la construcción de la presa de Asuán, Egipto podría combatir simultáneamente a Israel como «caballo de Troya del imperialismo occidental» y oponerse a la «dictadura del dólar» británica y estadounidense.
Cuando Malcolm X y sus acompañantes se dirigieron a una mezquita para el rezo con varios clérigos musulmanes, anotó en su diario: «El espíritu de Alá era fuerte». «El coronel Khabaga, un juez religioso, un editor, el alcalde, todos estaban allí». Rashid explicó que «todas las personas que conocieron a Malcolm X en Gaza lo querían, entre ellos el juez supremo y erudito de Gaza, el jeque Mohammed Khulusi Bseiso». El juez Bseiso quedó «impresionado por los conocimientos, el tacto y la modestia de Malcolm X», por lo que quería como fuera «acompañarlo en sus futuras visitas a la Franja de Gaza». Malcolm X «llegó a Gaza con el firme deseo de aprender sobre la causa palestina», anotó Rashid. Era «un verdadero musulmán y humanista que derramó lágrimas en muchas ocasiones por las tragedias del pueblo palestino».
Al final de su estancia en la Franja de Gaza, el juez Muhammad Bseiso llevó personalmente a Malcolm X al aeropuerto de Al-Arish, en el norte de Egipto. «Cuando Malcolm X subió por la pasarelade su avión», cuenta Rashid, «nos saludó con la mano y gritó: «¡Volveremos! ¡Volveremos!»».
Una cuestión de colonialismo
La postura y la voz claras de Malcolm X, sus conversaciones con Ahmed Al-Shukeiri (1908-1980), fundador y primer presidente de la OLP, en El Cairo, desempeñaron un papel decisivo en la sensibilización de la comunidad afroamericana respecto a la situación palestina en la década de 1960. «El problema que existe en Palestina no es un problema religioso. Es una cuestión de colonialismo. Es una cuestión de un pueblo privado de su patria», dijo Malcolm X en El Cairo. Para él, el sionismo como ideología de colonos militantes contra la población árabe indígena estaba inextricablemente ligado al colonialismo europeo.
En relación con el artículo poco conocido «La lógica del sionismo», escrito por Malcolm X en El Cairo y reproducido aquí, el escritor Ali Hammoud criticó en su artículo «Las últimas palabras escritas por Malcolm X se referían al sionismo»[8] que ni su viaje a Gaza ni su artículo aparecieran mencionados en la autobiografía publicada por Alex Haley. Lo mismo ocurre en las muy destacadas biografías «The Dead Are Arising», de Les y Tamara Payne, y «A Life of Reinvention», de Manning Marable. Según Hammoud, Marable incluso acusó a Malcolm X de «oportunismo político» en lo que respecta a Palestina, «para ganarse el apoyo del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser». Aunque Malcolm X, como dijo en una entrevista[9] en 1964, consideraba en aquel momento que «Egipto y Ghana estaban en primera línea» en la lucha por la descolonización, no era un hipócrita. Se tomaba tan en serio la causa palestina como la liberación total de Oriente Medio, África, Latinoamérica y Asia, sobre todo Vietnam. Sin embargo, no podía saber que su crítica al sionismo, publicada por primera vez en 1964, seguiría siendo válida 61 años después.
Notas:
[1] El «Malcolm X and Dr Betty Shabazz Memorial and Educational Center» (https://theshabazzcenter.org/) es un centro educativo y conmemorativo de Malcolm X y su esposa Betty Shabazz (1936-1997) en el edificio del antiguo Audubon Ballroom de Nueva York, donde Malcolm X fue asesinado el 21 de febrero de 1965.
[2] Véase George Breitman (ed.): Malcolm X Speaks. Nueva York 1966, p. 73 y ss.
[3] Véase Marika Sherwood: Malcolm X – Visits Abroad. Hollywood 2011, p. 80 y ss.
[4] Ibid, p. 85
[5] Herb Boyd/Ilyasah Al-Shabazz (ed.): The Diary of Malcolm X – El-Hajj Malik El-Shabazz – 1964. Chicago 2013, versión Kindle, posición 1293
[6] George Breitman (ed.): By Any Means Necessary. Nueva York 1970, p. 110
[7] En el original «Travel Diary July-November 1965» de Malcolm X en microfilm en «The Malcolm X collection: papers» del Schomburg Center for Research in Black Culture, Nueva York, se puede ver que Malcolm X había anotado «valley» (valle) de forma rápida. También suele traducirse incorrectamente como «callejón» (alley).
[8] En: Mondoweiss, 23/03/2024, https://mondoweiss.net/2024/03/malcolm-xs-final-written-words-were-about…
[9] Bruce Perry (ed.): Malcolm X – The Last Speeches. Nueva York, 1989, p. 96.
Fuente: https://www.jungewelt.de/artikel/500240.pal%C3%A4stina-wir-werden-zur%C3%BCckkehren.html
La Lógica del sionismo
Malcolm X
Los ejércitos sionistas que ahora ocupan Palestina, reclaman para sí que antiguos profetas judíos hayan predicho que en “los últimos días de la tierra”, su propio Dios traería un “mesías” que los llevaría a la tierra prometida, en la cual establecerían su propio gobierno “divino”. Este gobierno “divino”, según la profecía, les permitiría “gobernar a todas las demás naciones con una vara de acero”.
Si es que los sionistas israelíes creen que la presente ocupación de Palestina árabe representa el cumplimiento de aquellas predicciones hechas por sus profetas judíos, entonces también creen religiosamente que Israel debe cumplir con su misión “divina” de gobernar a todas las demás naciones con vara de acero, lo cual únicamente significa una forma diferente de gobierno con mano de hierro, inclusive más férrea que la de las antiguas naciones coloniales europeas.
Estos sionistas israelíes creen religiosamente en que su Dios judío los eligió para reemplazar a las decadentes potencias coloniales europeas con una nueva forma de colonialismo, tan bien disfrazado que les permitirá engañar a las masas africanas a la sumisión voluntaria a su autoridad y guía “divina”, sin que las masas africanas se den cuenta del hecho de que siguen siendo colonizadas.
Camuflaje
Los sionistas israelíes están convencidos de que han camuflado exitosamente su nueva forma de colonialismo. Su colonialismo aparece como más “benevolente”, incluso “filantrópico”, un sistema impuesto de tal manera que sus víctimas potenciales acepten sus ofrecimientos amigables de “ayuda” económica, entre otros regalos pomposos, los mismos que les muestran en las narices de las recientemente independizadas naciones africanas, las cuales a su vez enfrentan grandes dificultades económicas. Durante el siglo XIX, cuando las masas africanas eran en su mayoría analfabetas, les resultó fácil a los colonialistas europeos imponer su yugo bajo la “fuerza y el miedo”; pero en este presente momento de iluminación de las masas africanas y su despertar, resulta imposible mantenerlas en jaque bajo los antiguos y anticuados preceptos colonialistas del siglo XIX.
Por tal razón, los imperialistas se vieron obligados a desarrollar nuevos métodos de dominación. Ya que no pueden continuar con el uso de la fuerza y el miedo para subyugar a las masas, deben encontrar métodos modernos para maniobrar a las masas africanas a su sumisión voluntaria.
La nueva arma del neocolonialismo en el siglo XX se llama “dolarismo”. Los sionistas han perfeccionado la ciencia del dolarismo: la habilidad de llegar disfrazados de amigos o benefactores, trayendo regalos y otras formas de ayuda económica y ofrecimientos de asistencia técnica. Por esto, el poder y la influencia que practica el Israel sionista en muchas de las “nuevas” naciones independientes en África se ha convertido en un lastre más difícilmente de remover que el de los colonialistas europeos del siglo XVIII…y este nuevo tipo de colonialismo sionista difiere únicamente en forma y método, pero jamás en su motivo y objetivo.
Al final del siglo XIX, cuando los imperialistas europeos preveían acertadamente que el despertar de las masas africanas ya no se sometería a su antiguo método de imposición bajo el imperio de la fuerza y el miedo, estos imperialistas tenían que crear una “nueva arma”, además de encontrar una “nueva base” para aquella arma.
Dolarismo
La primera arma del imperialismo en el siglo XX se denomina dolarismo y una de sus bases principales para esta arma es el Estado sionista de Israel. Los imperialistas europeos, en su incesante complot, acertadamente posicionaron a Israel en un lugar geográfico que dividiría al mundo árabe, infiltrándose y sembrando la semilla de la disensión entre los líderes africanos, dividiendo a su vez a los pueblos africanos de los asiáticos.
La ocupación de Palestina árabe por el Estado sionista de Israel forzó al mundo árabe a despilfarrar los preciados dólares en armamento, volviendo imposible que estas recientemente independizadas naciones árabes se concentraran en fortalecer las economías de sus países y así elevar la calidad de vida de sus pueblos.
La continua baja calidad de vida del mundo árabe ha sido instrumentalizada sabiamente por los propagandistas del sionismo, para crear la apariencia a los pueblos africanos, de que los líderes árabes no se encuentran calificados ni intelectual ni técnicamente para elevar la calidad de vida de sus pueblos…por tal razón, induciendo de manera indirecta a los pueblos africanos a alejarse de los árabes y acercarse a los israelíes para capacitación y asistencia técnica.
“Ellos mutilan el ala del pájaro, para después condenarlo por no volar igual de rápido que ellos”.
Los imperialistas siempre se hacen ver bien a sí mismos, pero esto reside únicamente en el hecho de que se encuentran compitiendo con naciones recientemente independizadas, cuyas economías se encuentran diezmadas, sobre todo por la conspiración actual del capitalismo sionista. No pueden sostener una competencia justa, por lo cual Gamal Abdul Nasser llamó a la Unidad Árabe-Africana bajo el modelo socialista.
¿Mesías?
Si el argumento religioso del sionismo es verdadero, de que fueron llevados a la tierra prometida por su mesías, y la presente ocupación de Palestina árabe es el cumplimiento de aquella profecía: ¿Dónde está ese mesías que la profecía supuestamente acredita de llevarlos hasta esa tierra? ¡Fue -el mediador de Naciones Unidas- Ralph Bruce, el que “negoció” la posesión de Palestina ocupada por los sionistas! ¿Es acaso Ralph Bruce el mencionado “mesías” del sionismo? Si Ralph Bruce no es su mesías, y su mesías no ha llegado aún, ¿entonces qué hacen en Palestina, adelantándose a su mesías?
¿Fue acaso el único argumento el “religioso”, de reclamar tierras que pertenecieron a ancestros hace miles de años, la única razón legal y moral para invadir Palestina árabe, expulsar a sus habitantes de sus casas y apropiarse de sus propiedades? Tan solo hace mil años, los pueblos moros vivían en España. ¿Esto les daría actualmente el derecho legal y moral a los pueblos moros, a invadir la Península Ibérica y a expulsar a los ciudadanos españoles, para posteriormente establecer una nación marroquí…en donde antes se encontraba España, al igual que los sionistas europeos han hecho con nuestros hermanos y hermanas árabes en Palestina?
En definitiva, el argumento sionista para justificar la presente ocupación israelí de Palestina árabe, carece de cualquier tipo de base histórica, inteligente o legal…ni siquiera en su propia religión. ¿Dónde está su mesías?
Fuente: Egyptian Gazette, 17 de septiembre de 1964. Traducción de Revista Crisis
Traducción: Jaime Raventós / Sin permiso