
Tres niños mapuches llevan viviendo dos años encerrados en su propia tierra. Hace dos años la familia Collinao de Tralahuapi denunciaron esta vulneración.
También sus hijos lo acusaron en un espacio público, ejerciendo el derecho a la libre expresión.
Los hermanos Collinao Del Río, participaron de un desfile de la independencia de Chile para denunciar la vulneración que están sufriendo hasta el día de hoy. Manifestaron su verdad y por qué el sistema no los está respetando y ayudando.
Levantaron sus carteles para ver si las autoridades de Educación de ese entonces, el gobierno comunal y quienes debieran velar por los derechos de los niños rurales y mapuche, habrían los ojos, pero nada ocurrió. Ni se inmutaron. Recién aparecieron bajo presión de las comunidades y organizaciones sociales, autoridades ancestrales, cuando los niños estuvieron presos junto a sus padres en su hogar por más de 9 días.
Sus carteles decían hace dos años:
– Los niños mapuches queremos vivir sin miedo.
– No más discriminación a los niños mapuches.
Ambos hermanos aún asisten a su escuela, pero deben transitar por una huella de un metro de ancho por 300 metros largo, que les permite mediante un acuerdo extrajudicial poder salir de su hogar al furgón que los traslada a su establecimiento escolar.
Dos años que estos niños no tienen derecho a enfermarse grave porque una ambulancia no podría entrar a su hogar, dos años que no puede ocurrir ningún incendio en su hogar porque no podría entrar un carro de bomberos. Hasta la fecha aún no entran todos los servicios públicos que debieran asistir a estos niños y su familia.
Desde ese momento y hasta hoy quieren vivir, sin miedo usar su Tukuluwun (vestimenta) en sus escuelas.
Sin miedo a ser discriminados por su cosmovisión. Sin miedo compartir su sabiduría ancestral.
Un mensaje claro para el que sabe leer y escuchar a los niños.
En un Chile tan violento desde la militarización de décadas oprimiendo al pueblo pobre, para que el pueblo rico viva libre.
Wallmapu nada que rendir honores al Estado mientras hay niños encerrados y vulnerados.
Aún las autoridades del sistema chileno son ciegas y sordas .
Los padres hoy buscan justicia mediante los tribunales para recuperar el paso de servidumbre que fue garantizado por el juzgado de indios de Pitrufquén en los 70.
Padres que no descansarán hasta conquistar el bienestar, la tranquilidad y el tránsito libre y no más vulneración sistemática a sus hijos.
Nota enviada a Lof Tralahuapi por familia Collinao Del Río.